lunes, 3 de marzo de 2014

Santa Rosa o el charco

Hay situaciones en nuestro entorno, provocadas por nosotros o que nos tocan directamente, que ponen en peligro todo lo que hemos construido o proyectamos construir, situaciones que nos obligan a por lo menos, intentar soluciones extremas, que contradicen actitudes tomadas con ocasión del asunto, frases pronunciadas alegremente sin haber sido pensadas lo suficiente, que nos pesan y que tratamos por todos los medios de enmendar.
Grave la situación del presidente Maduro, de tanta magnitud es el sismo que su mal gobierno ha provocado, que la silla presidencial no tiene soporte en ninguna parte, ni en La Casona y menos en Miraflores, se mueve de lado a lado, es lo que sucede en un barco a la deriva y ahora Venezuela es eso, un barco a la deriva, no hay un motor que lo impulse ni timonel que lo dirija.
El apoyo de los gobiernos congéneres ya no es tan decidido, se notan vacilaciones en algunos (caso Cristina Fernández), le tiró a Estados Unidos una línea salvavidas y Obama no la recogió (Obama, hablemos), pidió una reunión con los líderes de la oposición y Capriles la rechazó, el Papa Francisco solicitando respeto por la población, el Parlamento Europeo condenando duramente la actitud del gobierno, el llamado a una conferencia por la paz no resultó, el ministro Elías Jaua haciendo una correría por varios países tratando de enmendar la imagen del gobierno, pero sin mejorar las condiciones internas de vida, la maniobra del carnaval que pretendía suavizar un poco las marchas no dio resultado, el llamado al sentimiento anti-colombiano no ha servido, solo falta que le pida apoyo a Uribe, se trata de medidas radicales y al expresidente aun le pesan las bolas, intentarlo no es tan difícil para Maduro ya que tiene una memoria bastante floja, hablo de Maduro, pero ¿no será Diosdado el mandamás? La verdad es que no se le ve al presidente suficiente materia gris para causar tanto caos (hasta para eso se necesita inteligencia), se debe tener en cuenta que hay quienes aseguran que son los Castro los que verdaderamente mandan.
Ese pueblo está sufriendo, está poniendo muertos y atropellados, pero lucha por su libertad y el derecho a una vida digna y respetada y cuando se lucha por un ideal justo y con tanto entusiasmo los resultados no se hacen esperar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Ruptura Institucional?

 El presidente Gustavo Petro y el fiscal Francisco Barbosa no son amigos, ni en política y al parecer, tampoco en lo personal, esa relación ...