Tenemos un presidente que miente constantemente a sus gobernados sin que esto tenga consecuencias, no es algo iniciado durante su mandato, no, sus mentiras son desde la campaña para su primer gobierno. No subir tarifas fue una de las primeras, continuar política de seguridad del anterior gobierno, negar al país la existencia de un paro tan grande como fue el agrario, todo lo concerniente al proceso de paz y las FARC, son muchas, muchas mentiras más, para cualquier gobernante en el mundo eso es motivo de pérdida de su investidura, para cualquier pueblo del mundo es motivo de exigencia de renuncia, para Colombia no, nada de eso sucede aquí, nos limitamos a señalar las mentiras y se acabó, hasta ahí son las cosas.
Hay más, no se garantiza la soberanía; el ejército venezolano incursiona cada vez que le da la gana en territorio colombiano, robando, destruyendo casas y cosas, a veces matando personas o animales, la última fue en Tibú, las muchas anteriores a lo largo de la frontera, tampoco ha pasado nada, se hacen notas de protesta, que nunca se sabe si sirven para algo, los medios nacionales han mostrado poco interés en el seguimiento de la noticia, hasta ahora todo ha quedado impune, parece que nuestro glorioso ejército ya no lo es tanto.
La corrupción campea como "pedro por su casa" en todos los niveles, la mayor parte de los políticos y estamentos estatales están señalados; lo peor: no se ve en los posibles candidatos a suceder al actual presidente, uno que tenga un mayor porcentaje de honestidad, una mayor capacidad para hacer las cosas, alguno que ofrezca una esperanza de mejor vida que la que hemos obtenido del presente mandatario.
Actualmente la posibilidad de tener como candidato presidencial al jefe de una de las mas temibles bandas terroristas de la historia de la humanidad, acompañado de sus pares y segundos es casi segura, solo falta la personería jurídica del partido creado con igual nombre: FARC, la humillación será mayor cuando en la tarjeta electoral aparezca el rostro de.....¿con que nombre aparecerá? puede ser Rodrigo, o Timoleón, también Timochenco, esperemos.
En varias ocasiones he solicitado la renuncia del presidente Santos, pero yo soy uno de cincuenta millones, no es suficiente, se requiere una mayor demanda, especialmente de personas con reconocimiento popular que quieran algo mejor para el pueblo.
Ojalá tenga eco: PRESIDENTE SANTOS, ¡¡RENUNCIE!!
