Pasaron las elecciones parlamentarias del seis de diciembre en Venezuela y como estaba pronosticado en las encuestas, la oposición ganó contundentemente, el Presidente Maduro aceptó la derrota, tendrá mayoría opositora en la Asamblea Nacional, pero como dijo en días anteriores, no entregará la revolución; hará uso de todos los recursos a su alcance para mantenerla y no le va a importar si son lícitos o no, la MUD no puede confiarse en que ya ganó y que lo demás viene por añadidura, ¡no!, no es tan fácil la cosa.
Tengamos en cuenta que la revolución no la instituyó Maduro, ni Diosdado, fue creada, cimentada e inculcada al pueblo por Chávez, un líder carismático, muchísimo más inteligente que el actual director, él se equivocó varias veces y pudo rectificar, su equivocación grave fue en la elección del sucesor que falló desde el mismo día del hecho, tratando de imitarlo en todo, hablando como él, gesticulando igual, pretendiendo ser dirigido desde el más allá por un Chávez en forma de Pajarito, muy burdo este Maduro y sus consejeros. pero si caen estos Señores y asume la dirección alguien capaz de mejorar el statu quo de este sufrido pueblo, la revolución puede actualizarse y acabar con los intentos de cambio de los ganadores de las parlamentarias, por que el chavismo aun tiene muchos adeptos en razón de su fundador, tal vez la mayoría venezolana sea chavista.
El MUD tiene líderes capaces de sacar al país de la crisis actual, algunos están presos por el régimen, como Leopoldo López, Antonio Ledezma, Daniel Ceballos, pero en libertad hay muchos, destacando a María Corina Machado, no digo nada de Enrique Capriles, que por su falta de decisión en momentos cruciales de la historia, ha dejado de tener la representatividad de sus inicios contra Chavez, cualquiera de ellos tendrá el respaldo de la figura símbolo de esta lucha del pueblo: Lilian Tintori.
