domingo, 24 de junio de 2012


La famosa “Reforma a la Justicia” termino en un escándalo de proporciones excepcionalmente grandes, Colombia enfrenta una vergüenza internacional que pocas naciones padecen, solamente algunas del siglo pasado en la sufrida Africa y una en el Caribe, con la atenuante de que eran regímenes dictatoriales. Somos el país con la tradición democrática más grande de América Latina y por eso duele tanto saber que nuestros legisladores tenga tal grado de corrupción, que los llevo abiertamente, sin disimulos, a equipararse al tristemente famoso Pablo Escobar, que quiso someter un país mediante la violencia y trataron de someter la Constitución Nacional a su conveniencia (¿trataron?) para poder seguir actuando deshonestamente en beneficio propio. Se han presentado casos en que personajes que cometen errores de alguna trascendencia, lo han reconocido públicamente y han renunciado al cargo con la dignidad propia de un hombre, un oficial de la Policía en Barranquilla en el caso Merlano es uno, el Ministro Esguerra en este caso es otro, ¿que podemos esperar de los demás personajes involucrados en esta porquería de escándalo? – De los legisladores, nada; de los miembros del ejecutivo que tuvieron algo que ver, nada, ya Esguerra les allanó el camino. A nivel de Presidencia, tenemos los precedentes de López, Pastrana, Samper, que con situaciones de parecida gravedad se mantuvieron en sus cargos hasta el final sin escuchar las protestas de prensa y gobernados, hoy, con sus cabezas erguidas son protagonistas de primer orden, así que Santos seguirá el ejemplo y lo tendremos aspirando a la reelección. Es posible que las cosas cambien, que la reforma hecha se caiga, que los que la aprobaron sean enjuiciados por sus electores y que los que lo permitieron respondan, amanecerá y veremos.

lunes, 18 de junio de 2012


Poesía premiada en el Festival de San Serení del Monte

"¡Qué rico hueles, mi vida!".
"¡Qué perfumada, mi amor!".
Éramos recién casados.
Fueron frases de rigor.

Después del baño él olía
a Yardley o qué sé yo,
mientras yo me perfumaba
con frascos de Christian Dior.

Pero hoy... ¡Qué diferencia!
Él huele a ungüentos, y yo
a la Pomada del Tigre
que me pongo al por mayor

¡Cómo han cambiado los tiempos
de cuando él me conoció!

Antiguamente lucían
encima de mi gavetero
una rosa, su retrato,
un perfume y un reloj.

¿Ahora? Un frasco de aspirinas;
el ungüento de rigor;
unas vendas ; mis anteojos;
las píldoras de alcanfor;
la jeringa, la ampolleta,
el algodón y el alcohol.

Y en su gavetero, amontonados
para que quepan mejor,
un vaso para sus "puentes";
el frasco de la fricción;
un libro abierto; sus lentes;
jarabe para la tos;
y agua para la aspirina
por si nos viene un dolor...


Sin embargo no añoramos
"lo que el viento se llevó".
Recordamos lo que fuimos,
y vivimos nuestro hoy.

En las mañanas, sin prisas,
siempre la misma canción:
"¿Cómo dormiste, mi cielo?".
"Un dolor me despertó"...
"¿Cómo te sientes, mi vida?".
"Hoy tengo fuerte el dolor".

Y por las noches, acaso
recordando algo mejor,
oliendo a salicilato,
a pomadas y a inyección,
repetimos lo de siempre,
lo mismo de ayer y hoy:
"Que duermas muy bien, mi vida".
"Que duermas muy bien, mi amor"...

Rezamos un Padre Nuestro,
 y damos gracias a Dios.
ABC COLOR es el diario más influyente del Paraguay, su editorial de principios de este año es un retrato exacto de la realidad latinoamericana, con toda la razón este articulo fue calificado como "EDITORIAL PARA LA HISTORIA"
Por considerarlo de sumo interés me atrevo a reproducirlo textualmente


 "Democracia puta
 
En estos días actuales las democracias latinoamericanas pasan por una dura prueba, pues con los mismos mecanismos de competencia electoral libre y plural algunos líderes izquierdistas que ganan elecciones se hacen del poder legítimo y desde el día siguiente de su triunfo comienzan a ejecutar sus proyectos de acabar con el sistema político mediante los cuales accedieron su mando. La eliminación de las normas que limitan el período presidencial es su primera meta a conquistar.
Tienen la intención de eternizarse en el poder y, con ello, reventar la democracia entendida como la rotación permanente de proyectos políticos y de personas. Pretenden excluir para siempre a todo el que no esté adherido a su partido.
Construyen dictaduras con fórmulas 'democráticas' y, cuando se sienten fuertes y disponen de los medios, inician el segundo plan: la exportación de su 'revolución'.
Internamente, su primera víctima son las Fuerzas Armadas, de la cual se excluye a todo militar que no merezca la completa confianza del nuevo único líder. Una purga general despoja a las Fuerzas Armadas de los jefes y oficiales institucionalistas, dejándola a cargo de 'los leales'.
Después arremete contra el Poder Judicial, realizando las mismas tareas depuratorias para luego, ya con los principales resortes controlados, iniciar el proceso de desmantelamiento de la prensa no alineada y la supresión progresiva de la libertad de expresión.
El resultado final de este procedimiento es la anulación completa, si no la supresión definitiva de toda idea, doctrina, orientación partidaria o movimiento contrario a la ideología oficial de la nueva dictadura.
Sucumbe la libertad en todas sus formas tradicionales y lo que resta es un pueblo indefenso sometido a sus nuevas cadenas. Se confía en que el transcurso del tiempo borrará pronto el recuerdo de la democracia anterior y el beneficio del goce de sus libertades y, entonces, un pueblo atontado, obligado a trabajar para sobrevivir y para alimentar al Partido, a reprimir sus dudas, inquietudes y oposiciones, acabará convertido en un dócil rebaño de borregos, como bien recordamos los paraguayos que vivimos la era stronista.
Este es el proceso en marcha que vemos actualmente en el panorama político de Venezuela, Bolivia y Ecuador. En particular y más claramente en la primera, donde Hugo Chávez, con ya una década de gobierno, se apresta a dar el golpe final haciéndose coronar gobernante vitalicio imponiendo en el país una nefasta dictadura de corte marxista al estilo del que triunfara y se impusiera en Rusia en 1917, desconociendo el triste final que esos sangrientos regímenes tuvieron después de seis décadas de explotar y oprimir a sus pueblos, asesinar a sus adversarios y poner en grave riesgo la paz mundial.
Hugo Chávez, un dinosaurio que surgió de las cavernas más oscuras de la historia, está a punto de convertirse en amo y señor definitivo de la suerte de su pueblo y de los cuantiosos recursos económicos de su país, excluyéndose de toda competencia real y suprimiendo todo obstáculo que pueda interponerse entre él y su proyecto de vitaliciado. Tiene, además, el dinero necesario para comprar voluntades y pagar el precio de
'lealtades', dentro y fuera de su país.
Chávez es un dictador, pero UN DICTADOR MUY RICO; dispone hoy del poder absoluto de hacer con el dinero producido por el petróleo lo que se le antoje; ya no tiene encima ninguna contraloría, nadie a quien deba rendir cuentas. Con su gruesa petrobilletera recorre ahora América Latina y financia partidos, movimientos, organizaciones sociales y campañas electorales. Lo que no puede comprar, lo alquila o neutraliza. Al gobierno argentino le compra bonos del tesoro de Kirchner que nadie quiere y así puede exhibir sus sonrisas de complicidad, aplausos y abrazos, pasear libremente por ese país pronunciando encendidos discursos llamando a la 'revolución popular' y haciendo otros teatros para exportar su dictadura. Entre los cuales figura en lugar prioritario su desesperada intención de introducirse en el Mercosur para, una vez dentro de él, agilizar su intervencionismo en la política interna de los países miembros, con los cuales ya no tiene ninguna afinidad, porque mal que bien, en Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay continúan rigiendo principios básicos del estado de derecho, del régimen democrático y de libertades públicas. Chávez va a pagar en efectivo por su ingreso y tiene billetes a patadas. Quiere comprarles a Brasil y Argentina lo más barato posible la legitimidad internacional que su pertenencia del Mercosur cree le va a proporcionar. La pregunta que continuaremos formulando una y otra vez es ¿para qué sirve el Protocolo de Ushuaia que pretendió establecer un compromiso para todos sus estados miembros de conservar intactas las instituciones democráticas? En este documento Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay declaran que 'La plena vigencia de las instituciones democráticas es esencial para el desarrollo de los procesos de integración entre los Estados Partes del presente Protocolo' (Art. 1) y se comprometen formalmente a que 'toda ruptura del orden democrático en uno de los Estados Partes del presente Protocolo dará lugar a la aplicación de los procedimientos previstos en los artículos siguientes' (Art. 3).
¿Van a admitir a Venezuela, cuyo dictador por anticipado ya se excluyó de dichas cláusulas? ¿O lo van a admitir primero para luego aplicarle la 'Cláusula Democrática'? El absurdo y el ridículo rodean a esta intención de prostituir al Mercosur, pero está en marcha y solamente los parlamentarios brasileños y paraguayos tienen en sus manos la posibilidad de impedir esta vergonzosa deserción de los principios fundamentales declarados en nuestras cartas fundamentales y tratados de integración.
A los gobernantes actuales de nuestros países, que tanto cacarean su apego a la democracia y a las libertades fundamentales, y que ciertamente gracias a ellas alcanzaron el poder, ahora les tiemblan
las rodillas y se les afilan los dientes a la vista de la deslumbrante petrobilletera abierta de un rústico dictador inescrupuloso, dispuesto a todo, incluyendo el soborno de los 'demócratas'.
Si nuestros presidentes del Mercosur, aun sabiendo cuál es su obligación histórica con la defensa de los principios y valores políticos que iluminan nuestros pueblos, son capaces de venderse o de liarse en una relación adúltera con un dictador megalómano surgido de las catacumbas de un pasado siniestro, tendremos que convenir que nuestras democracias se venden como auténticas putas. No cabe ya una calificación más dura para describirlas.
 
ESTE EDITORIAL ES PARA LA HISTORIA."

Cartagena, junio 18 de 2012
En Colombia es característico la toma de decisiones sin mayor análicis de las consecuencias y de forma impositiva, especialmente en el pasado gobierno (Uribe) donde el TLC y la ayuda económica gringa era lo primordial; se querían montar bases militares de ejércitos foráneos en nuestro territorio y esto desató una fuerte  controversia en los países vecinos, que veían una amenaza en la acción, al final en Congreso no aprobó lo que ya era un hecho y las cosas quedaron como estaba.
Trate de publicar en algún periódico o revista nacional un comentario al respecto y no me fue posible, lo hago ahora en este blog, con el objetivo de conocer por comentarios de lectores, el porque de la negativa:

 SOBRE BASES ESTADOUNIDENSES EN COLOMBIA
Cartagena, noviembre 30 de 2.010.-
"El gobierno colombiano, sin consultar al Consejo de Estado o al Senado (al parecer no estaba obligado a hacerlo), autorizó el uso de siete bases militares al ejercito de los Estados Unidos, podrían ser más, no sé con que criterios se decide eso, pero así está estipulado. El uso de las bases será para apoyo de la lucha contra el narcotráfico.
Esto, naturalmente, no lo creen los vecinos y ven a los militares extranjeros  en Colombia como una amenaza para su seguridad, los presidentes CHAVEZ, CORREA y MORALES se han pronunciado al respecto, algunas veces agresivamente, con ofensas personales para gobernantes y pueblo colombiano. Todos los demás presidentes suramericanos  se han manifestado en contra del acuerdo con los gringos. Las recientes declaraciones del Embajador de Estados Unidos –“A un amigo no se le deja solo”- añade un poco de turbiedad al agua.
El pueblo colombiano en su mayoría (eso me parece), no está de acuerdo, especialmente porque no conoce con claridad el texto del acuerdo hecho por el gobierno con los norteamericanos.
Básicamente: Podrán realizar operaciones militares que estimen necesarias con equipo propio, pueden hacer cambios en la infraestructura de algunas bases  para garantizar la comodidad de su personal y de los equipos que traerán al país, los militares que vengan no podrán ser juzgados por la justicia colombiana, es decir, si delinquen Colombia informará al comandante de esos militares en la base respectiva y éste tomará la acción correspondiente.
El acuerdo señala que todas las decisiones operativas serán comunicadas previamente  al comandante colombiano de la base, no se aclara si el comandante gringo será de menor, igual o mayor grado del comandante colombiano. No se aclara si este acuerdo es reciproco, ¿Cuántas bases en territorio norteamericano esta Colombia autorizada para operar?-¿Cuántos militares colombianos podrían desplazarse a ese territorio  con las mismas condiciones, incluyendo la inmunidad?
Que militares foráneos operen en nuestro territorio no es motivo de orgullo y si se hace sin muchas restricciones es peor la cosa, sin embargo, “Doctores tiene la madre iglesia”, el Comandante General de las Fuerzas Armadas, un general con una cantidad impresionante de soles en sus palas, que le debe lealtad primero a la Constitución antes que a un presidente autocrático, defiende este acuerdo, para el la presencia de tropas de otro país operando en Colombia, haciendo lo que nosotros no hemos sido capaz, no menoscaba la soberanía y deja intacto su honor militar y el del cuerpo en general.
Si quieren ayudar al aliado, envíenle equipos avanzados para mejorar su accionar, no tienen porqué instalarse aquí generando tantos problemas.
Ya se dijo a la opinión internacional para que son las bases, si las razones son cuestionables esto  se debe hacer con respeto, no como lo hacen CHAVEZ, CORREA y MORALES,  que harían muy bien yéndose  para donde sabemos."

Miguel Espinosa Solano

¿Ruptura Institucional?

 El presidente Gustavo Petro y el fiscal Francisco Barbosa no son amigos, ni en política y al parecer, tampoco en lo personal, esa relación ...