Hacia ya algún tiempo que no se veía una campaña política tan sucia como la que estamos viviendo actualmente, candidatos destrozándose unos a otros con verdades o con supuestos, todo es válido; lo más lamentable: ninguno ofrece una esperanza que nos haga creer que mejorará en algo, cualquier cosa, la porquería que deja el actual mandatario. Mal presente que no augura un mejor futuro.
Hay cosas curiosas sin embargo.
Farc lanza candidatos a las corporaciones y la presidencia sin primero tratar de mejorar la pésima imagen que tienen, sin terminar el proceso de inserción a la vida normal, sin cumplir las condiciones pactadas para poder hacerlo, tienen el odio del pueblo, Timochenco lo sabe y todos ellos lo saben, aun así se aventuraron: ¿sofisma? - en ese caso ¿quien seria su verdadero candidato o afín a su causa?.
Gustavo Petro mete miedo, por eso está recibiendo palo de candidatos y medios, que parece no le están haciendo mucho daño. (En realidad eso no es nuevo)
Fajardo, Claudia, Robledo y Clara variaron un poco su rumbo y han recalado en puertos que consideran seguros para sus aspiraciones, tantos cambios no son usuales, pero la posibilidad del poder los hace posible.
Los caciques cordobeses, sucreños y bolivarences no están y sus sucesores no tienen tanta fuerza, pero son buscados afanosamente por varios, especialmente Vargas Lleras que no las tiene claras pero que tiene casta de grande.
De la Calle, arrastra un lastre, pero tiene bastantes opciones y lucha contra todo.
Duque esta grave, su sostén está recibiendo toda clase de ataques, golpes normales y bajos, le tienen ganas y hoy la tiene enredada, de cualquier manera Duque está un poco quedado.
Martha y Ordoñes, uno de los dos no va, hay que esperar.
Son los que más bulla hacen, es probable que Farc esté trabajando para alguno.
Así las cosas, el panorama esta un poco oscuro, tal vez saque un poco de ventaja quien proponga una fórmula para acabar los saqueos a negocios al estilo venezolano.
