Y no son muchos los cambios en el nuevo gobierno. Muchos de los ministros nombrados ya lo han sido en otra carteras y gobiernos, sin resultados dignos de mencionar: José Antonio Ocampo fue Ministro de Hacienda de Ernesto Samper, Álvaro Leyva Durán fue Ministro de Minas de Belisario Betancourt, Cecilia López, Ministra de Agricultura y de Ambiente de Ernesto Samper, Alejandro Gaviria, Ministro de Salud de Juan Manuel Santos, Guillermo Reyes, Viceministro de Interior y de Justicia de Álvaro Uribe Vélez; se estrenan otros que crean expectativa porque son ocupantes de este cargo por primera vez y podríamos considerarlos como cuota del cambio propuesto por este gobierno.
De los primíparos tenemos a Gloria Inés Ramires, comunista desde sus inicios en la vida pública, senadora por dos periodos consecutivos por ese partido, es la Ministra del Trabajo y es causa de preocupación para empresarios y trabajadores.
En la cartera de Minas y Energía está Irene Vélez, sin ninguna experiencia en el sector energético, se espera lo que pueda hacer.
En el Ministerio de Defensa esta Iván Velásquez Gómez, tampoco tiene experiencias en el sector, crítico del actuar de las Fuerzas Militares, ahora llega para dirigirlas, se crea con esto una fuerte tensión en la institución castrense que mira al nuevo ministro con desconfianza, con mayor razón, por la destitución sin precedentes de más de cincuenta generales, dueños de experiencia y capacidad de manejo de tropas y a su silencio ante la insinuación de Petro de ser los militares culpables de las masacres y muertes de líderes sindicales y sociales, un ministro de defensa es jefe político de la institución y debe velar por su buen nombre, para eso es el jefe. (Parece que en este caso es únicamente para señalarla, como lo ha hecho en todos sus cargos). Iván Velásquez fue declarado persona no grata en Guatemala debido a algunos excesos en el desempeño de su cargo de Jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad.
No tenemos los colombianos una buena referencia de los ministros de defensa civiles, casi todos han tenido propuestas de moción de censura por decisiones tomadas en su cargo.
En Cámara y Senado vemos la misma repartición de siempre de cargos de acuerdo a intereses de los partidos, para tener una mayoría garantista de aprobación de proyectos del gobierno, el presidente deberá repartir mucha "mermelada" que prometió acabar en su campaña.
Como vemos, no han sido muchos los cambios que se esperaban y es probable un estallido social parecido al ocurrido en el gobierno Duque por las mismas razones: la reforma tributaria.
