viernes, 15 de noviembre de 2019

América del Sur

Esta convulsionada Sudamérica nos está mostrando el camino para normalizar situaciones indeseables, producto de un proceder erróneo de un gobierno o de una institución, pero somos lentos para aprender, olvidamos lo pasado, cobardes para proceder, desafortunadamente el camino que se nos indica es violento ya que el diálogo civilizado, la concertación, el uso de la lógica no funciona.

Países como Brasil en el caso Collor de Melo, Dilma Rousseff o Temer para no mencionar a Bolsonaro, Ecuador con Abdalá Bucaram y Jamil Mahuad, en Paraguay fue con Cabas y Fernando Lugo, Perú tiene a Fujimori, Argentina a De la Rúa, Bolivia es un país donde esta práctica ya es común, ha sacado tres presidentes desde el 1.991 hasta la fecha, son doce mandatarios sudamericanos destituidos en los últimos años, Piñera se encuentra en la cuerda floja aunque es de presagiar que solucione de buena manera los problemas chilenos debido a sus dotes de estadista y honestidad, Maduro parece indestronable por la floja acción de líderes de la la oposición y del pueblo en general, aunque Venezuela ya tiene la experiencia de Carlos Andrés Pérez y Hugo Chávez, pero la memoria falla, o el temor para actuar favorece al dictador de turno.

En Colombia somos mucho más tolerantes, Santos hizo lo que quiso en sus gobiernos desconociendo voluntad popular y engañando con desparpajo al pueblo y no pasó nada, Samper y su 8.000 pasaron sin pena ni gloria y de Uribe están presos casi todo su equipo de gobierno y el que no, está prófugo. Aquí resistimos con estoicismo, la capacidad de aguante colombiana es impresionante.

Dios nos proteja.

¿Ruptura Institucional?

 El presidente Gustavo Petro y el fiscal Francisco Barbosa no son amigos, ni en política y al parecer, tampoco en lo personal, esa relación ...