Es curioso ver los cambios que una situación especial puede lograr en un pueblo, de como la opinión optima generada por un funcionario puede cambiar por culpa de decisiones que bordean el límite de lo justo y lo injusto a juicio de ese mismo pueblo. Las controversiales medidas tomadas por el Procurador Ordoñez en relación con varios funcionarios elegidos por el voto popular, le han hecho acreedor del cambio de parecer de la ciudadanía sobre su objetividad a la hora de tomar decisiones, ya no genera confianza en la gente y si se hiciera una encuesta para aprobar su gestión, de plano se rajaría.
Una de esas polémicas decisiones, por el contrario, ha cambiado la opinión que se tenía de un mal alcalde y ahora se le apoya tratando de evitar así su destitución y probable muerte política.
El mismo problema esta enfrentando una comunidad religiosa cuando sus dirigentes, en una intervención ante sus feligreses, hicieron comentarios contrarios a su dogma que han suscitado críticas de dirigentes de otras religiones, no solo en Colombia, también a nivel internacional. Es probable que este sea el fin del movimiento político MIRA.
Las FARC terminaron la tregua propuesta por ellos mismos y lo festejaron con una explosión que dejó muertos y muchos heridos en la población civil, claro que en la Habana se declaró a la prensa que no era un atentado contra el pueblo, lo que pasa es que ellos usan algunas armas de uso no convencional y estas a veces se corrían del objetivo, esto afortunadamente, no va a cambiar la antipatía del pueblo por esa organización terrorista.
Tal vez nuestro presidente, ahora con los ojos bien abiertos (se hizo cirugía de párpados), vea con mayor claridad las cosas y sepa como actuar.
