A tropezones

Son incontables las decisiones erradas del Presidente, como también incontables las veces en que se ha visto obligado a dar marcha atrás ante las protestas generadas por el error cometido, o peor, por las consecuencias ocasionadas. También son numerosas las veces que anuncia una acción y toma otra opuesta.

El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra; esto es corroborado por el Dr. Santos con la nueva suspension de los bombardeos a campamentos de los farianos. La primera vez se pararon estos bombardeos ante una situación similar después de un anuncio de cese unilateral de la guerrilla, las consecuencias fueron desastrosas, ahora se repite la acción y ojala, que no la historia.

Se advirtió que la negociación del cese bilateral se iniciaría si la guerrilla cumplía su compromiso de cese unilateral y se dio un plazo de dos meses para esto, no fue así, el cese bilateral ya se esta discutiendo, con anuncio oficial y todo.

El Procurador denuncia con vigor pero solo puede hacer eso; el Fiscal apoya a Santos; por los lados de los opositores políticos esta el expresidente y actual senador Uribe, pero la moral no es su mejor carta; algunos medios tratan el tema sin mucho ruido y pare de contar.

No solamente hay anomalías provenientes de la Habana - En la frontera venezolana la cosa es peor, los efectivos de ese país incursionan en poblaciones colombianas con frecuencia, saqueando y tomando cautivos; patrullan en suelo colombiano cuando necesitan hacerlo; disparan alevosamente a nativos que navegan por ríos fronterizos por motivos de su labor causando heridos y en ocasiones muertos; o en los pasos obligados como sucedió recientemente con resultado fatal. 

Esta parte de la población esta  desprotejida, la cancillería no se da por enterada y cuando lo hace responde con una ridícula nota de protesta y no nos enteramos en que queda el asunto ya que nunca mas hay noticias.

Tenemos un Ejercito que presenta altas cifras de eficiencia y profesionalismo según estándares internacionales, pero con unos generales escogidos practicamente a dedo por el Presidente y que se mantienen sospechosamente pasivos frente a medidas del Ejecutivo, que limitan la eficacia de la labor constitucional de las Fuerzas Armadas.

Señor Presidente; por favor, ¡¡RENUNCIE!!