martes, 18 de noviembre de 2014

Una reacción poco digna

El Presidente Santos suspendió los Diálogos de Paz a causa del secuestro de un general del Ejercito por las FARC en territorio chocoano. Fue un secuestro atípico, sin enfrentamiento, sin violencia, sin armas a la vista, ni un grito, nada; fue algo así como un desquite de la tan comentada "Operación Jaque", cuando la liberación de secuestrados en poder de los guerrilleros.

Dice el Presidente que la negociación queda suspendida hasta tanto no se libere al Oficial, al Suboficial y a la Abogada sin ninguna condición, le falto decir que presentando excusas por el hecho, también se olvidó de los soldados retenidos un par de días atrás, que no son Oficiales Insignias (Generales), pero que son militares secuestrados, al igual que varios otros, por los guerrilleros.
  
Sabemos que esto no va a ocurrir.

Al inicio se acordó que el diálogo sería en medio de la confrontación; ya se les había reconocido estatus de beligerante a las FARC, así que era de suponer que el secuestro, el ataque a poblaciones civiles, a la infraestructura energética y petrolera y el asesinato selectivo de personas no formaban parte de la actividad de guerra que se espera de dos contendientes que estarían obligados por convenios internacionales y que dialogan para acabar con las diferencias. El gobierno no lo pensó de esa manera y acepto que esto continuara en igual forma.

Es exactamente lo que afirman los insurgentes como respuesta a los requerimientos del Presidente; alegan que el Estado les ha eliminado jefes, o cabecillas o generales, como se les quiera decir y lo han aceptado como parte de la guerra, porque así lo acordaron.

Esperamos que el Presidente se mantenga en la posición que hoy asume y no de marcha atrás como tantas veces ha sucedido y lo veamos con la cabeza gacha, aceptando los argumentos de los terroristas y continuando las reuniones de la Habana, olvidando lo que se podría llamar en ese caso, esta pataleta. 


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