Amanecerá y veremos

Hay mandatarios que se aferran de tal manera al poder, que no les importa los errores cometidos o por cometer para seguir en la silla, caso Maduro, o para mantener una buena imagen internacional, caso Santos.

Maduro trata desesperadamente de mostrar resultados positivos, de revertir el desastre que ocasionó en su país, pero todo lo que ha intentado le ha salido mal, cada día se enreda más, la aceptación en el pueblo es muy baja, la peor de un mandatario en América; tiene miedo de perder en las elecciones parlamentarias de diciembre y necesita algo que pueda usar para suspender los comicios o por lo menos, entorpecer las acciones proselitistas en aras de Perturbación del Orden Público, pero la cosa no le esta saliendo bien, el revuelo inicial que él necesita que se agrave y sirva de acicate para tomar las acciones necesarias, se está perdiendo con la actitud de Colombia de insistir en una salida diplomática. 

Se solicitó una reunión para tratar el tema a la ONU, organismo que ha demostrado su inoperancia y a la UNASUR, que le sirve a Venezuela por que a pesar de tener un Secretario General colombiano que no se declara impedido (y no es vetado), apoya abiertamente a ese país, todo esto le baja el tono al problema para desgracia de Maduro y su corte.

La situación como siempre pasa en Colombia, se irá apagando prácticamente sola hasta quedar olvidada, junto con la humillación causada en forma directa a varios miles de compatriotas, e indirectamente a casi cincuenta millones de colombianos; se perderán las pertenencias que fueron obligados a dejar tiradas, saqueadas por delincuentes y GNB (que es lo mismo), nadie responderá por eso y los medios no hablarán mas del asunto.

Posiblemente el oficialismo en Venezuela pierda las próximas elecciones y se vea obligado a abrir la frontera con condiciones humillantes que el gobierno colombiano aceptará, pero que en radio y televisión expondrá como un triunfo de la diplomacia. 

Es posible que el fin de maduro esté a la vista después del seis de diciembre, pero con el presidente Santos no pasará, terminará su mandato y nos dará nuevos senadores de extracción guerrillera, será postulado al premio Nobel de la Paz y quien sabe, tal vez lo gane.